Sábado 28 de Mayo
ORANDO EN NOMBRE DE JESÚS-VOLUNTAD DE DIOS
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura: Hch 18,23-28
Apolos, el primer predicador cristiano que se conoce como tal era un misionero elocuente, poderoso en las Escrituras y ferviente en el Espíritu. Hoy nos interpela por el entusiasmo de su fe, por su conocimiento de la Palabra, por cómo usó los dones que Dios le había entregado.
Evangelio: Jn 16,23b-28
“Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre”, nos dice el Señor. El evangelio de hoy nos vuelve a enamorar del amor de Jesús y de su Padre. Pero también es buena ocasión para preguntarnos si, cuando oramos, intentamos influenciar en él para hacer nuestra voluntad o somos capaces de una apertura total a Dios y a sus designios, confiados en que nos llevará hacia nuestro mayor bien.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Cuando oramos y te pedimos
en el nombre de Jesús, tu Hijo,
concédenos también la actitud de Jesús.
En la oración, danos la gracia
de no buscarnos a nosotros mismos
y de no intentar forzarte
a hacer nuestra propia voluntad.
Danos una sana inquietud
para buscar tu voluntad
y para entregarnos en tus manos,
como hizo Jesús, tu Hijo,
que vive y reina contigo
y con el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Hch 18,23-28: Apolo demostraba que Jesús era el Mesías
Pasada una temporada partió y fue atravesando Galacia y Frigia, confirmando a todos los discípulos. 24Llegó a Éfeso un judío llamado Apolo, natural de Alejandría, hombre elocuente y versado en la Escritura. 25Lo habían instruido en el camino del Señor, y lleno de fervor hablaba y explicaba exactamente lo concerniente a Jesús, aunque conocía sólo el bautismo de Juan. 26Empezó a actuar abiertamente en la sinagoga. Lo escucharon Priscila y Áquila; se lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios. 27Y como se disponía a marchar a Acaya, los hermanos los animaron y escribieron a los discípulos para que lo recibieran de la mejor manera posible. Al llegar prestó un gran servicio a los que habían recibido la gracia de la fe, 28porque refutaba vigorosamente y en público a los judíos, demostrando con la Escritura que Jesús era el Mesías.
Salmo 47: Dios es el rey del mundo
Jn 16,23b-28: El Padre los quiere
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Les aseguro que todo lo que pidan a mi Padre, él se lo concederá en mi nombre. 24Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría sea completa. 25Les he dicho esto en parábolas; pero llega la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré claramente de mi Padre. 26Aquel día pedirán en mi nombre, y no será necesario que yo pida al Padre por ustedes, 27ya que el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que yo vine de parte de Dios. 28Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre.
Oración de los Fieles
Te rogamos, Señor, aprender a orar como tú nos enseñaste, confiados en la amorosa voluntad del Padre. Y así te decimos: R/Que suba nuestra oración como incienso a tu Presencia.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
A veces nos cansamos de orar
quizás porque la oración nos recuerda
que no somos autosuficientes.
Ayúdanos a pedirte
no tanto que nos concedas
las cosas que pensamos necesitar,
sino que nos enseñes a darnos
a nosotros mismos
a ti y a los otros,
como Jesús lo hizo y sigue haciéndolo con nosotros.
Él, que es nuestro Señor y Salvador
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
A veces la oración se nos hace fácil
y entonces podemos abrirte nuestros corazones.
Esto nos puede ayudar mucho espiritualmente,
pero ayúdanos también a reservar tiempo para ti
cuando no nos sea fácil orar,
para que te escuchemos cuando nos hablas
en tu palabra, en la gente
y en los acontecimientos de la vida,
que interpretan y detallan para nosotros
tu amorosa voluntad;
pero, de una manera especial,
haznos escuchar a tu Hijo,
que es tu Palabra viva encarnada aquí entre nosotros:
Jesucristo nuestro Salvador y Señor
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Estamos seguros de que Dios nos ama y de que él nos dará cualquier cosa buena que necesitemos y pidamos en nombre de Jesús. Que Dios nos dé esta certeza de fe. Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.