Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

4 Domingo de Adviento

Description

Domingo 21 de Diciembre, 2025

 

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

Emanuel: “Dios-con-nosotros”

 

Saludo (Ver Segunda Lectura)

A todos ustedes, amados y llamados por Dios

a ser santos y consagrados,

la gracia y la paz de parte de Dios nuestro Padre

y de Jesucristo el Señor (Rom 1,7).

 

Introducción del Celebrante

Dios está con nosotros. Dios está en medio de nosotros. En Jesús, Dios es uno de nosotros. Dios en forma humana vive en medio de nosotros y viene para hacernos real y plenamente humanos al modo que se propuso. Dios quiere que seamos total y perfectamente humanos.

Aquí está Jesús, nuestro modelo de profunda humanidad. Solamente tenemos que mirarlo y dejar que él nos modele y nos forme con su Espíritu. Entonces nosotros también seremos completa y totalmente hijos e hijas de nuestro Dios bondadoso. Éste es el formidable mensaje de hoy. Percibamos a Jesús aquí en medio de nosotros. Que su palabra y su eucaristía nos transformen, y que lleguemos a ser carne de su carne y sangre de su sangre.

 

Acto Penitencial

Volvamos a Dios,

que, aun en nuestra debilidad,

estará siempre junto a su pueblo.

Pidamos al Señor que nos perdone.

                                    (Pausa)

Señor Jesús, tú eres el prometido Emanuel,

nuestro Dios-con-Nosotros.

R/ Señor, ten piedad de nosotros.

 

Cristo Jesús, tú eres nuestro Salvador.

Tú vienes a salvarnos de nuestros pecados.

R/ Cristo, ten piedad de nosotros.

 

Señor Jesús, tú eres uno de nosotros,

plenamente humano

para hacernos a nosotros completamente humanos

e hijos e hijas de Dios.

R/. Señor, ten piedad de nosotros.

 

Ten misericordia de nosotros, Señor,

y derrama sobre nosotros tu perdón amoroso;

haz que te pertenezcamos siempre

y llévanos a la vida eterna.

 

Oración Colecta

Pidamos a Dios

que nos dé un lugar cálido para su Hijo

en nuestros corazones y en nuestras vidas.

(Pausa)

Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Danos el don de que tu Hijo renazca en nosotros

como la fuente de nuestra vida

y de nuestra esperanza.

Que él nos alce de nuestra tristeza y desaliento

y nos traiga su luz.

Que nos dé la gracia de ser justos,

dignos de confianza, y gente de paz.

Que venga él a todas las naciones,

a cada hogar y a cada corazón,

para que, juntos con él,

te demos gloria y alabanza

a ti, nuestro Dios en las alturas,

ahora y por los siglos de los siglos.

 

Primera Lectura: Isaías 7,10-14: La virgen dará a luz un hijo

En una emergencia nacional, Dios ofrece un signo de que salvará a su pueblo: Una joven dará a luz un hijo cuyo nombre, Emanuel, significa “Dios-está-con-nosotros”. Se ofrece el nacimiento de un niño como signo de esperanza.

El Señor volvió a hablar a Acaz: 11Pide una señal al Señor, tu Dios; en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo. 12Respondió Acaz: No la pido, no quiero tentar al Señor. 13Entonces dijo Dios: Escucha, heredero de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? 14Por eso el Señor mismo les dará una señal: Miren: la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.

 

Salmo Responsorial: Ya llega el Señor, el rey de la gloria

Salmo 24, 1-2. 3-4ab. 5-6

R. (7c y 10b) Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene,
el orbe todo y los que en él habitan,
pues él lo edificó sobre los mares,
él fue quien lo asentó sobre los ríos.  
R. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor?
¿Quién podrá entrar en su recinto santo?
El de corazón limpio y manos puras
y que no jura en falso.
R. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Ese obtendrá la bendición de Dios.
y Dios, su salvador, le hará justicia.
Ésta es la clase de hombres que te buscan
y vienen ante ti, Dios de Jacob.   
R. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.

 

Segunda Lectura: Romanos 1,1-7: Jesucristo, Hijo de Dios

Pablo profesa su fe en Cristo Jesús. Jesús es el Salvador anunciado por los profetas; es hombre, ya que es descendiente de David, y es Hijo de Dios y Señor nuestro resucitado, a quien pertenecemos.

Pablo, servidor de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, 2quién ya había prometido por medio de sus profetas en las sagradas Escrituras, 3acerca de su Hijo, nacido por línea carnal del linaje de David, 4y constituido por el Espíritu Santo Hijo de Dios con poder a partir de la resurrección: Jesucristo, nuestro Señor. 5Por medio de él recibimos la gracia del apostolado, para que todos los pueblos respondan con la obediencia de la fe para gloria de su nombre; 6entre ellos se encuentran también ustedes, llamados por Jesucristo. 7A todos los que Dios amó y llamó a ser consagrados, que se encuentran en Roma: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

 

Aclamación antes del Evangelio

Mateo 1,23

R. Aleluya, aleluya.
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y le pondrán el nombre de Emmanuel,
que quiere decir Dios-con-nosotros.
R. Aleluya.

 

Evangelio: Mateo 1,18-24: Jesús nacerá de María

Mateo presenta al hijo que nacerá de María como el prometido Emanuel, “Dios-con-nosotros”, porque es hijo de David por medio de José, su padre adoptivo, y nacido de la Virgen Madre, María, por obra del Espíritu Santo.

El nacimiento de Jesús, Mesías, sucedió así: su madre, María, estaba comprometida con José, y antes del matrimonio, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. 19José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, pensó abandonarla en secreto. 20Ya lo tenía decidido, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María como esposa tuya, pues la criatura que espera es obra del Espíritu Santo. 21Dará a luz un hijo, a quien llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del profeta: 23Mira, la virgen está embarazada, dará a luz a un hijo que se llamará Emanuel, que significa: Dios con nosotros. 24Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y recibió a María como esposa.

  

Oración de los Fieles

Nuestro Dios y Salvador oye los gritos de su pueblo. Confiémosle todos nuestros anhelos y a todos nuestros seres queridos, amados también por él. Y digámosle: R/ Ven, Señor, y visita a tu pueblo.

  • Por una fe más profunda en el Hijo de Dios, que se hizo hombre para traer luz a todos los que buscan en la oscuridad, roguemos al Señor.
  • Por la paz y reconciliación en el mundo en general, y en nuestros propios pequeños mundos en particular, roguemos al Señor.
  • Para que haya más respeto y atención hacia los hermanos que precisan ayuda en su necesidad, y una mayor preocupación por los que sufren, roguemos al Señor.
  • Pidiendo luz y sabiduría para los líderes de las naciones, para que todos sus subordinados alcancen una participación equitativa en los dones de la creación de Dios, roguemos al Señor.
  • Por los padres que esperan un hijo o hija, para que protejan con calor y cariño la nueva vida, y para que experimenten y transmitan el amor de Dios para con sus hijos, roguemos al Señor.
  • Y por nosotros mismos en nuestras comunidades cristianas, para que seamos amables unos con otros, como Dios es bondadoso y amable con nosotros, roguemos al Señor.

Oh Dios y Salvador nuestro, danos como sumo don a tu Hijo Jesús. En él se verán cumplidas todas nuestras expectativas, ahora y por los siglos de los siglos.

 

Oración sobre las Ofrendas

Oh Dios y Padre nuestro:

En estos humildes signos de pan y vino

nos das hoy a tu Hijo Jesucristo

como nuestro Dios-con-nosotros.

Danos suficiente fe para acogerlo también

en los hermanos necesitados

y para escuchar su constante llamado

en los acontecimientos de la vida de cada día,

de forma que él permanezca con nosotros

ahora y por los siglos de los siglos.

 

Introducción a la Plegaria Eucarística

Con alegría damos gracias al Padre porque quiso hacerse Dios-con-nosotros en su Hijo Jesucristo.

 

Introducción al Padre Nuestro

Por medio de Jesucristo, nuestro Dios-con-nosotros, oremos con la mayor confianza a nuestro Padre del cielo. R/ Padre nuestro…

 

Líbranos, Señor

Líbranos, Señor, de todos los males,

particularmente de nuestro orgullo auto-satisfecho

que nos cierra a ti y a tus dones.

Danos la sencilla receptividad de los niños y los humildes,

de modo que tú vivas entre nosotros

y llenes nuestra larga espera

con la presencia de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.

R/ Tuyo es el reino…

 

Invitación a la Comunión

Éste es Jesús, el Hijo de Dios e Hijo de María,

nuestro Señor y Salvador.

Dichosos nosotros de recibirlo

como nuestro Dios-con-nosotros.

 R/ Señor, no soy digno…

 

Oración después de la Comunión

Oh Dios y Padre nuestro:

Tú decidiste venir a tu pueblo

en la humildad y debilidad de un niño

por medio de Jesucristo, tu Hijo.

Tú nos lo has dado aquí en la eucaristía

como nuestro Dios-con-nosotros.

Que él provoque nuestra vergüenza

cuando nos vanagloriamos de nuestros éxitos

o cuando ponemos toda nuestra confianza

en nuestros propios recursos.

Danos la gracia de entender que tu mismo Hijo Jesús

es la fuente de nuestro poder,

y que nosotros y el mundo podemos llegar a ser

recreados y nuevos

por medio de Jesucristo nuestro Señor.

 

Bendición

Hermanos: En estos días tenemos ya la luz de los árboles de Navidad y de las estrellas del nacimiento, y el intercambio de regalos entre parientes y amigos. Que todos estos gestos cobren significado al resplandor de la Luz mayor de Dios y del regalo más sublime de Dios a nosotros: su propio Hijo Jesucristo, nuestro Dios-con-nosotros. Que la bendición de Dios todopoderoso, en su bondad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

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