Jueves 6 de Marzo
Jueves después de Ceniza
JUEVES DESPUÉS DEL MIÉRCOLES DE CENIZA
TIEMPO DE PENITENCIA
LA FIDELIDAD TRAE VIDA
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú nos amas y nos invitas
a participar de tu propia vida y alegría,
por medio de una decisión profundamente personal.
Ayúdanos a elegirte a ti y a la vida
y a permanecer siempre fieles y leales
a esta opción fundamental,
por el poder de Jesucristo, tu Hijo,
que fue leal a ti y a nosotros,
ahora y por los siglos de los siglos.
Primera Lectura: Deut 30,15-20
El texto del Deuteronomio que hoy vamos a oír nos remite a la libertad con la que Dios nos ha creado para seguir sus caminos o enredarnos y dejarnos seducir por los falsos dioses del individualismo, la ambición de poder, las egolatrías, los egoísmos... Nuestras opciones son decisivas para alcanzar “la tierra prometida”.
Evangelio: Lc 9,22-25
Jesús nunca nos dijo que seguirlo fuera cómodo, que nos facilitara las cosas, como sucede a veces cuando seguimos a algún poderoso o influyente de este mundo. Pero él mismo abrazó su cruz para demostrarnos que, uniendo nuestros dolores al suyo, siempre, la cruz se transforma en resurrección.
Lc 9,22-25: «Quién pierda su vida por mí la salvará»
En aquel tiempo Jesús añadió: «El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, tiene que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día». 23Y a todos les decía:« El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. 24El que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mí la salvará. 25¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se malogra él?»
Oración de los Fieles
Señor Dios nuestro, necesitamos de tu Palabra y de tu Eucaristía para volver a decirte sí cada día. Por esto te decimos: R/Queremos ser verdaderos discípulos tuyos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Jesús siguió el camino de la cruz
porque quiso ser leal a ti
al precio que fuera.
Que nosotros seamos también leales a él
y sepamos aceptar generosamente en la vida,
sin rebeldía ni desaliento,
las cruces que salen a nuestro encuentro.
Que Cristo nos dé esa fuerza ahora,
para que vivamos con él
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Con la fuerza de esta eucaristía,
regresamos ahora a nuestro trabajo
y a nuestros hermanos.
Ayúdanos a vivir nuestra fe de modo coherente
como Cristo quiere que la vivamos,
sin trampa ni regateo.
Que Cristo nos dé esta fuerza
para ser fieles y leales a su persona,
ahora y por los siglos de los hijos.
Bendición
Hermanos: Que Dios bendiga y dé su fortaleza a los que aceptan y ofrendan las dificultades de la vida y a cuantos pierden su vida por la causa de Jesús. Recibirán el ciento por uno: El reino de los cielos. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.
Jesús nos comparte su propia experiencia respecto de la misión encomendada por parte del Padre. La opción por el Reino, que busca cambiar el mundo a la manera de Dios, no es neutral y tiene consecuencias. Se trata de vivir apasionadamente la vida y sus relaciones, como camino de encuentro, diálogo y Salvación. La lógica de la aceptación-rechazo de dicha misión toca las fibras más íntimas de las personas y probablemente sacude aquellas aspiraciones y/o necesidades de aceptación y pertenencia. Parece que la aprobación de quienes nos rodean nos completa o reafirma. Pero el mensaje de Jesús nos pide optar por aquello que cuida y defiende la vida; su propuesta no deja indiferente a nadie. Las palabras y el estilo de vida de Jesús cuestionan profundamente valores, creencias, pensamientos, acciones, vínculos, proyectos. Vivir a contracorriente del sistema-mundo en que vivimos no es tarea fácil. ¿Qué necesitas para sumarte a aquellas causas que defienden la vida? ¡Acepta la invitación de cargar y encargarte de la realidad como lo hizo Jesús!