Viernes 21 de Marzo, 2025
Segunda Semana de Cuaresma
EL SUFRIMIENTO SALVA
Oración Colecta
Oh Dios, Padre nuestro:
Nosotros no queremos morir
ni sufrir dolor alguno.
Queremos vivir y ser felices.
Oh Dios nuestro,
haz que percibamos claramente
que las dificultades y el dolor
son un misterio en cuyo seno
siempre se encuentra un aprendizaje
profundo y de superación
que amplía el sentido a nuestra vida.
Y que los atravesamos mejor
unidos a Jesucristo, nuestro Señor,
muerto y resucitado.
Primera Lectura: Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28: Ahí viene; vamos a matarlo
La historia de José nos descubre la poderosa raíz del amor que Dios quiere hacer crecer en nosotros: él tuvo que sufrir muchísimo los celos y la envidia de sus propios hermanos. Sin embargo no lo tendrá en cuenta… y será ejemplo de lo que supone realmente amar. Una sombra del Mesías que habría de venir…
Evangelio: Mateo 21,33-43.45-46: Éste es el heredero: ¡matémoslo!
Jesús, como José en el Antiguo Testamento, también fue despreciado y rechazado por los de su propia casa. Y llevó la plenitud de su amor a la cruz, como el grano de trigo, para darnos vida nueva.
En aquel tiempo dijo Jesús a los jefes de los sacerdotes y ancianos: «Escuchen otra parábola: Un hacendado plantó una viña, la rodeó con una tapia, cavó un lagar y construyó una torre; después la arrendó a unos viñadores y se fue. 34Cuando llegó el tiempo de la cosecha, mandó a sus sirvientes para recoger de los viñadores el fruto que le correspondía. 35Pero los viñadores agarraron a los sirvientes y a uno lo golpearon, a otro lo mataron, y al tercero lo apedrearon. 36Envió otros sirvientes, más numerosos que los primeros, y los trataron de igual modo. 37Finalmente les envió a su hijo, pensando que respetarían a su hijo. 38Pero los viñadores, al ver al hijo, comentaron: “Es el heredero. Lo matamos y nos quedamos con la herencia”. 39Agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. 40Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿cómo tratará a aquellos viñadores?» 41Le respondieron: «Acabará con aquellos malvados y arrendará la viña a otros viñadores que le entreguen su fruto a su debido tiempo». 42Jesús les dijo: «¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular; es el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro? 43Por eso les digo que a ustedes les quitarán el Reino de Dios y se lo darán a un pueblo que produzca sus frutos». 45Cuando los sumos sacerdotes y los fariseos oyeron sus parábolas, comprendieron que se refería a ellos. 46Intentaron arrestarlo, pero tuvieron miedo de la multitud, que lo tenía por profeta.
Oración de los Fieles
Oremos por todos los que padecen actualmente dolores en el cuerpo y en el alma diciendo: R/Señor, haz que llevemos tu consuelo y Esperanza cierta a los que sufren.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Celebramos en esta eucaristía
la victoria de tu Hijo contra la muerte.
Por su medio tú nos das vida
y nos enseñas a aceptar la muerte.
Señor, ayúdanos a amar la vida
incluso con el sufrimiento que conlleva
en beneficio del amor y la renovación.
Que pongamos nuestro miedo a la muerte
y el deseo irrefrenable de la vida
en las manos de Jesucristo nuestro Señor,
que murió y resucitó para salvarnos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Haz que aceptemos plenamente
las realidades fundamentales de la vida:
que no hay nacimiento sin dolor,
ni crecimiento sin esfuerzo,
ni edad madura sin lucha,
ni sabiduría sin experiencia y dura práctica.
Oh Dios, levántanos por encima de nosotros mismos,
para que entendamos y aceptemos
la sabiduría de la cruz
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: José perdonó a sus hermanos y se convirtió en gran bendición para ellos. En la cruz, Jesús nos otorgó perdón y nos trajo vida. El signo hermoso de este perdón fue cómo perdonó a los que lo habían conducido a la cruz y a la muerte. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
Es el Reino de Dios lo que muchas veces olvidamos en nuestras opciones cotidianas, proyectos pastorales, gustos e intereses, y en nuestras relaciones familiares o comunitarias. El mensaje de Jesús acerca del Reino es simple, pero provocador; sus palabras y parábolas generan en algunos esperanza y en otros, rechazo. El riesgo está en acomodar o amoldar el mensaje a nuestra conveniencia sin que nos confronte y, por ello, no transformemos nada, retrasando la presencia del Reino de Dios. Aunque nos convertimos en fieles custodios de la tradición de la Iglesia, terminamos encerrados en nuestros pequeños mundos religiosos, dejando de ser luz y fermento para el mundo. Vemos las resistencias que encuentran las propuestas del magisterio del Papa Francisco– Fratelli Tutti o Querida Amazonía– que busca reforma y transformación. La novedad del Evangelio se tiene que vivir como posibilidad de vida nueva, aunque esto represente renuncias significativas o se tenga que nadar a contracorriente del sistema mundo. Ojalá identifiquemos que el Reino es mucho más que la Iglesia y sus planes evangelizadores.