Jueves 27 de Marzo, 2025
Tercera Semana de Cuaresma
ESCUCHANDO LA PALABRA DE DIOS
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú nos pides no tanto que observemos ciertas prácticas,
sino que nuestros corazones estén vueltos a ti.
Oh Dios bondadoso, queremos hacer en todo tu voluntad,
fielmente y con generosidad
como lo hizo Jesús, tu Hijo,
quien cumplió tu voluntad porque te amaba
y que por eso vive contigo y con el Espíritu Santo,
un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Primera Lectura: Jeremías 7,23-28: Aquí está la gente que no escuchó al Señor
“Escuchen mi voz”, dice Dios por medio de Jeremías, su profeta. Pero el pueblo de Dios no quiere escuchar; siguen sus propios caminos...
Evangelio: Lucas 11,14-23: Quien no está conmigo está contra mí
Jesús cura a un hombre mudo. Evocamos en él todas las veces que silenciamos su nombre y su Evangelio por miedo, por vergüenza, por conveniencia o comodidad. Todas las veces que fuimos sordos y ciegos a su llamado y a las necesidades de los demás…
En aquel tiempo estaba Jesús echando un demonio que era mudo. Cuando salió el demonio, habló el mudo; y la multitud se admiró. 15Pero algunos dijeron: «Expulsa los demonios con el poder de Belcebú, jefe de los demonios». 16Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. 17Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Un reino dividido internamente va a la ruina y se derrumba casa tras casa. 18Si Satanás está dividido internamente, ¿cómo se mantendrá su reino? Porque ustedes dicen que yo expulso los demonios con el poder de Belcebú. 19Si yo expulso los demonios con el poder de Belcebú, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso ellos los juzgarán. 20Pero si yo expulso los demonios con el dedo de Dios, es que ha llegado a ustedes el reino de Dios. 21Mientras un hombre fuerte y armado guarda su casa, todo lo que posee está seguro. 22Pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quita las armas en que confiaba y reparte sus bienes. 23El que no está conmigo está contra mí. El que no recoge conmigo desparrama».
Oración de los Fieles
Roguemos al Señor que nos libere de toda sordera y ceguera de modo que podamos sembrar de luz nuestros caminos y los de los demás, diciendo: R/Abre nuestros oídos, Señor, para que escuchemos tu voz.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tú nos envías a tu Hijo
para ser tu Palabra Viva.
Queremos aprender de él,
que hizo tu voluntad en todo
porque supo que ésta era tu manera
de revelar a todos tu amor salvador.
Queremos estar siempre de su lado y a su lado
y hacer tu voluntad en todo,
como nuestra mejor ofrenda viva para ti,
Dios y Padre nuestro, que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Estamos demasiado preocupados quizás
por nuestros propios planes para el futuro
y por un mundo que nos empeñamos en construir
a espaldas de ti, olvidándonos de tus planes.
Señor, que sepamos llevar a cabo tus designios
siguiendo tus reglas e inspiraciones;
que escuchemos constantemente y sigamos
a tu Palabra Encarnada, Jesucristo,
y que olvidemos nuestros diminutos planes mundanos,
para así poder construir y establecer
tu reino entre nosotros.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Hoy el profeta nos ha dicho: “Obedezcan ustedes mi voz, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo”. Demos gracias a Dios porque nos ha hecho su pueblo y hagamos lo mejor que podamos para vivir como pueblo querido de Dios. Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
Nuestra vida es tensión constante entre el bien y el mal. Nos corresponde como creyentes evaluar constantemente hacia dónde se inclina nuestra balanza. A Jesús le cuestionan sus acciones de bondad especialmente quienes no creen que es posible cambiar o transformar la vida empobrecida u oprimida. Y es que hay personas que se acostumbran a todo, incluso a mal vivir, condenándose a formas o estilos de vida que las van autodestruyendo. La Buena Noticia del Reino invita a salir del conformismo y de la resignación recordándonos que no todo esta perdido. Es por ello que Jesús exhorta a tomar partido: frente al bien y al mal es necesario asumir una postura coherente. En nuestros días, tantas realidades injustas condenan a muchas personas a mal vivir y nuestro desinterés o silencio indiferente se vuelven cómplices. Asistimos a diario al atropello de los derechos humanos, al descuido y destrucción del planeta, a la deshumanización provocada por la excesiva virtualidad. ¿Contribuimos al bien o nos desangramos hasta morir?