Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

Una mente y un corazón

Description

Martes 29 de Abril, 2025

 

Segunda Semana de Pascua

 

UNA SOLA MENTE, UN SOLO CORAZÓN

 

Oración Colecta

 

Padre de nuestro Señor Jesucristo:

¡A ti toda alabanza y acción de gracias!

Tú nos has dado a tu Hijo, Jesús Resucitado,

para que viva en nuestras comunidades.

Haz que sepamos verlo con ojos de fe,

para que él nos una en una sola mente y un solo corazón.

Que su presencia dinámica entre nosotros

nos mueva a convertirnos con él

en Pan de vida, los unos para los otros,

para que nadie entre nosotros tenga hambre

de alimento material o de ayuda espiritual

cuando se sienta necesitado.

Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

 

Primera Lectura: Hechos 4,32-37: Todos tenían un solo corazón

El modelo de vida de las primeras comunidades cristianas interpela nuestra forma de ser y de vivir. Nos conmueve y desestabiliza el individualismo, la comodidad y el egoísmo que nos caracteriza.

La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.

Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

José, levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa hábil para exhortar), tenía un campo; lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.
 

Salmo Responsorial

Salmo 93, 1ab.1c-2.5
 
R. (1a) El Señor es un rey magnifico. Aleluya.

Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes.
Estás revestido de poder y majestad.
Tú mantienes el orbe y no vacila.
Eres eterno, y para siempre está firme tu trono

Muy dignas de confianza son tus leyes
y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo.
 

Aclamación antes del Evangelio

Cfr Jn 3, 15
R. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre debe ser levantado en la cruz,
para que los que creen en él tengan vida eterna.
R. Aleluya.
  

Evangelio: Juan 3,7-15: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo

Jesús no se anda con vueltas. A veces sus palabras suenan duras, contundentes. Cuando dice que el Espíritu sopla donde quiere, dice exactamente eso: Que no sopla según nuestras perspectivas, nuestros cálculos, nuestros prejuicios y previsiones (gracias a Dios). Aunque nos incomode un poco. Porque quiere que ensanchemos nuestro corazón y nuestra mirada.

En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "No te extrañes de que te haya dicho: 'Tienen que renacer de lo alto'. El viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así pasa con quien ha nacido del Espíritu". Nicodemo le preguntó entonces: "¿Cómo puede ser esto?"

Jesús le respondió: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes esto? Yo te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán si les hablo de las celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna".

 

Oración de los Fieles

Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, queremos ser más dóciles a sus inspiraciones para crecer en el amor y desapegarnos de nuestros mezquinos criterios humanos. Por eso te decimos: R/Danos, Señor, un corazón semejante al tuyo.

  • Señor Resucitado, sé más grandioso y más fuerte que nuestros egoísmos y divisiones. Haznos uno para que el mundo crea, te rogamos.
  • Señor Resucitado, tú has dado a los hombres corazones nuevos. En nuestras comunidades cristianas, haz que todos seamos una sola mente y un solo corazón, te rogamos.
  • Señor Resucitado, que el mejor testimonio que demos de ti sea el aceptarnos fraternalmente unos a otros, el preocuparnos y servirnos generosamente unos a otros, te rogamos.

 

Oración sobre las Ofrendas

Oh Dios y Padre nuestro:

Nosotros te pedimos que nos des alimento y bebida…

y tú nos das a tu Hijo.

Que ningún hermano en nuestras comunidades pase hambre

o se sienta abandonado cuando se encuentre afligido y angustiado.

Que, por el contrario, aprendamos de tu Hijo Jesús

a ser fieles compañeros de todos los que necesiten de nosotros.

Que, junto con el consuelo y ayuda ofrecidos,

nos demos también a nosotros mismos,

como hizo y sigue haciéndolo Jesús por nosotros,

él que es Señor y Dios nuestro

por los siglos de los siglos.

 

Oración después de la Comunión

Oh Dios y Padre nuestro:

Por la fe, hemos encontrado

en esta celebración eucarística

a tu Hijo Jesús.

Con él a nuestro lado,

queremos ser una comunidad profundamente creyente

en la que el amor y el compartir

no sean palabras huecas;

queremos formar una comunidad que siga soñando

en que podemos encontrarnos fraternalmente unos con otros

para crear todos juntos un nuevo futuro

por medio de aquel por quien hemos renacido en el bautismo,

Jesucristo, nuestro Señor glorioso y resucitado,

por los siglos de los siglos.

 

Bendición

Hermanos: Dios nos llama a ser “una sola mente y un solo corazón”, pero estamos todavía lejos de ello…. Sigamos también trabajando y creciendo hacia la meta, con la bendición del Señor. Y así, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

Ser uno en corazón y mente con todos compartiendo todo con todos los demás es el sueño de toda comunidad cristiana. Hasta Carl Marx sentiría envidia. Sin embargo, incluso cuando Lucas termina el cuarto capítulo con esta descripción del sueño, la realidad golpea con fuerza inmediatamente, ya en el quinto capítulo, donde Ananías y Safira hacen de aguafiestas. Y, en el sexto, se nos habla del abandono de las viudas. No mucho después, nos encontramos con tensiones relacionadas con la visita de Pedro a Cornelio, las objeciones a los incircuncisos, etc. La verdad es que es difícil mantener la “unidad en el corazón y en la mente”, a menos que estemos totalmente abiertos a la “gracia excepcional” que nos rodea y, como le dice Jesús a Nicodemo, nacemos continuamente de lo alto. Puede que esto no garantice la unidad de pensamiento; pero definitivamente garantizará el respeto a las diferencias, la unidad en la diversidad y el amor por encima de todo.

 

Una sola es la unidad

que nos viene de lo alto

ella es diversidad

con amor damos el salto.

 

Respetando diferencias

la unidad garantizamos

esta es la sola ciencia

para amarnos como hermanos.

BibleClaret

Hong Kong

Síguenos

Copyright © Bibleclaret 2025. All Rights Reserved.