Sábado 3 de Mayo, 2025
Segunda Semana de Pascua
SANTOS FELIPE Y SANTIAGO EL MENOR, Apóstoles, Fiesta
Introducción
Honramos hoy a dos apóstoles: Felipe y Santiago el Menor. Felipe fue uno de los primeros discípulos llamados por Jesús. Santiago el Menor, hermano del apóstol Judas, sucedió a Pedro como cabeza de la Iglesia en Jerusalén y escribió una de las cartas del Nuevo Testamento. Los apóstoles son hombres que tienen que dar testimonio a otros de que el Señor realmente resucitó. Tienen que anunciarlo a todo el mundo.
Para ellos Jesús es también el camino hacia Dios, el camino hacia el Padre. Si han visto a Jesús, han visto también al Padre, y lo conocen. Nosotros también tenemos la misión de ser testigos del Señor Resucitado con nuestra vida y conducta cristianas.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Te alabamos y te damos gracias
en la fiesta de tus apóstoles Felipe y Santiago.
Por medio de ellos
muchos llegaron a conocer
que Jesús resucitó y vive para siempre.
Hoy te pedimos que también nosotros
seamos buenos testigos de Jesús Resucitado
por la forma cómo vivimos su nueva vida,
aun cuando seamos imperfectos y débiles,
para que la gente encuentre,
por medio de nosotros,
el camino hacia el Padre.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Primera lectura: 1 Corintios 15,1-8: El Señor se apareció a Santiago
Juan 14,6-14: «Tanto tiempo con ustedes, ¿y no me conocen?»
En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Oración de los Fieles
Pidamos a nuestro Padre del cielo que Cristo, que es nuestro camino, verdad y vida, permanezca hoy todavía con nosotros, y que lleguemos a ser para otros el camino hacia él. Y así decimos: R/ Señor, escucha nuestra oración.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Tú ves con agrado el que tu Hijo Jesús
nos dé el Pan de Vida
que nos hace más semejantes a él.
Que ojalá, de esta forma,
la gente que nos rodea
reconozca que Jesús vive realmente en nosotros
y que lo siga en el camino hacia ti,
Dios y Padre nuestro
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Oh Dios y Padre nuestro:
En sus palabras y obras, y en su persona,
Jesús nos reveló tu bondad y amor.
Ya que Jesús nos ha alimentado
con su Cuerpo y con su Sangre,
que ojalá nos enriquezcamos con su vida
y, a ejemplo de los apóstoles Felipe y Santiago,
mostremos un poco en nosotros mismos
quién es Jesús y qué significa su Buena Noticia de Salvación
para cada uno de nosotros y para la comunidad;
que todos juntos mostremos a otros hermanos
el camino hacia Jesús y hacia ti, Dios nuestro,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Hoy nos dijo el Señor: “Los que crean en mí harán las mismas cosas que yo hago”. Mostrarán que el Señor está presente en ellos y en lo que hacen, y que efectivamente están haciendo el trabajo del Señor. Para que todos lo podamos realizar así, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.
Felipe, un griego distante del judaísmo llamado por el mismo Jesús, necesitará atravesar un largo proceso de maduración espiritual para aceptar el mesianismo de Jesús porque no acepta que el Dios liberador de su Pueblo elija un camino de anonadamiento que, a sus ojos, solo puede conducir al fracaso. Su imagen de Dios no encaja con la de imagen de Jesús.
También a nosotros nos llama Jesús a ser parte de su proyecto de liberación y muchas veces nos pasa lo que a Felipe: nos resulta difícil creer que los cambios puedan venir desde abajo, de quienes no tienen poder de decisión. Nuestra mirada en vertical nos remite a quienes detentan el poder pero la dinámica del Reino es de abajo hacia arriba y de los pequeños gestos y las actitudes sencillas que son capaces de sanar heridas y alimentar esperanzas.
Procuremos profundizar en la eucaristía nuestra sintonía con ese Dios-con-nosotros que alabó María: el que derriba a los poderosos y ensalza a los humildes.