Martes 13 de Junio
SAN ANTONIO DE PADUA, Sacerdote, Doctor
El portugués San Antonio de Padua es uno de santos más venerados. En los diez años que vivió en la Orden de los Agustinos, se dedicó seriamente al estudio de las Escrituras; pero se sintió entonces atraído por el estilo de vida radicalmente evangélica de la joven Orden de los Franciscanos y por ello se hizo franciscano. En Italia llegó a ser un predicador muy efectivo y popular. Se dedicó a su misión de predicador con tanto ardor y celo que, desgastado, murió en Padua a los 36 años. No solamente predicó el Evangelio, sino que lo vivió radicalmente.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro,
San Antonio de Padua estaba tan lleno
de tu Hijo y de su Evangelio
que no podía menos de entusiasmar a la gente
acerca de la Buena Noticia de Jesucristo.
Te rogamos que tu Hijo y su Palabra
nazcan y crezcan fuertes en nosotros,
de tal modo que vivamos la vida de Jesús
y lo proclamemos eficazmente
a todos los que nos rodean.
A él, Señor nuestro, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
2Cor 1,18-22: Jesús no fue primero “sí” y luego “no”
Sal 119: «Que brille tu rostro sobre tu siervo, Señor»
Mt 5,13-16: «Ustedes son sal de la tierra y luz del mundo»
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ustedes son la sal de la tierra: si la sal se vuelve sosa, ¿con qué se le devolverá su sabor? Sólo sirve para tirarla y que la pise la gente. 14Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre un monte. 15No se enciende una lámpara para meterla en un cajón, sino que se pone en el candelero para que alumbre a todos en la casa. 16Brille igualmente la luz de ustedes ante los hombres, de modo que, cuando ellos vean sus buenas obras, glorifiquen al Padre de ustedes que está en el cielo.»
Oración de los Fieles
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro,
junto con estos dones de pan y vino
traemos ante ti nuestro sincero deseo
y nuestra buena disposición
para seguir a tu Hijo Jesucristo.
Que él crezca en nosotros día a día
para que sepamos vivir los unos para los otros
y para que el Evangelio llegue a ser creíble
en nuestro mundo y en nuestro tiempo.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro,
nos has hablado tu Palabra
y nos has alimentado para el camino
con el Pan Vivo de tu Hijo Jesucristo.
Ojalá que, por intercesión de San Antonio de Padua,
su Evangelio no sea palabra vacía
sino un claro llamado y un serio desafío
para vivir su vida
y para difundir su Evangelio entre nuestros hermanos.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Bendición
Jesús fue siempre “sí”. Siempre guardó y cumplió su palabra. Siempre dijo “sí” a su Padre, en cuyo nombre vino a salvarnos, incluso con el precio de la cruz. ¿Decimos nosotros “sí” a nuestra fe, a nuestras convicciones, a nuestra misión en la vida? Que Dios nos dé la fortaleza para actuar así y nos bendiga bondadosamente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
¡Qué hermosa comparación hace Jesús con la sal de la tierra y la luz del mundo! Las comunidades eclesiales con estilos de vida alternativos son en este mundo competitivo, violento e insolidario como la sal y la luz. Justamente la sal en tiempos de Jesús era muy importante; era incluso empleada por su componente purificador y conservante. Si así fueran nuestras experiencias eclesiales, caminaríamos siempre de la mano, reconciliándonos y animándonos a la perseverancia. Son muchos los creyentes que se apartan por rivalidades, prejuicios e inmadurez. Nos falta convertirnos en casas de comunión, escuelas de madurez y hospitales que curen las heridas y enfermedades. No podemos iluminar si no dejamos que Jesús y su proyecto del Reino nos muestren el camino a seguir. Como personas de fe corremos el peligro de la decepción y el enfriamiento, por lo que necesitamos pasar de ser cristianos de tradición o costumbre a personas convencidas de que mantener viva nuestra fe es el camino que nos hará libres y más humanos.