Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

Dando buen fruto

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Miércoles 25 de Junio, 2025

 

Duodécima Semana en Tiempo Ordinario

 

DANDO BUEN FRUTO

 

Oración Colecta

Señor Dios nuestro:

La actual renovación en la Iglesia

y los cambios en nuestro mundo

han hecho vacilar

muchas de nuestras certezas y seguridades;

y a veces no sabemos qué terreno pisamos.

Danos, Señor, una fe firme, una profunda confianza,

y la sabiduría de tu Espíritu.

Ayúdanos a mantener nuestro sentido crítico,

para que no corramos detrás de falsos profetas;

pero, aun así, que nos mantengamos abiertos

a toda renovación auténtica

que nos acerque más a ti

y nos ayude a dar buen fruto,

por Jesucristo nuestro Señor.

 

Primera Lectura: Génesis 15,1-12.17-18 Abrahán creyó en el Señor

La certeza de la fe supone siempre una búsqueda de una realidad más perfecta, que todavía no poseemos. Como Abrahán, tenemos que aprender a vivir con visiones parciales y ponernos confiadamente en las manos del Dios de la Alianza.

En aquel tiempo, el Señor se le apareció a Abram y le dijo: “No temas, Abram. Yo soy tu protector, y tu recompensa será muy grande”. Abram le respondió: “Señor, Señor mío, ¿qué me vas a poder dar, puesto que voy a morir sin hijos? Ya que no me has dado descendientes, un criado de mi casa será mi heredero”. 

Pero el Señor le dijo: “Ese no será tu heredero, sino uno que saldrá de tus entrañas”. Y haciéndolo salir de la casa, le dijo: “Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes”. Luego añadió: “Así será tu descendencia”. 

Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo. Entonces le dijo: “Yo soy el Señor, el que te sacó de Ur, ciudad de los caldeos, para entregarte en posesión esta tierra”. Abram replicó: “Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?” Dios le dijo: “Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos de tres años; una tórtola y un pichón”. 

Tomó Abram aquellos animales, los partió por la mitad y puso las mitades una enfrente de la otra, pero no partió las aves. Pronto comenzaron los buitres a descender sobre los cadáveres y Abram los ahuyentaba. 

Estando ya para ponerse el sol, Abram cayó en un profundo letargo, y un terror intenso y misterioso se apoderó de él. Cuando se puso el sol, hubo densa oscuridad y sucedió que un brasero humeante y una antorcha encendida, pasaron por entre aquellos animales partidos. 

De esta manera hizo el Señor, aquel día, una alianza con Abram, diciendo: 

“A tus descendientes doy esta tierra, 
desde el río de Egipto 
hasta el gran río Eufrates”. 

 

Salmo Responsorial 105: «El Señor se acuerda de su Alianza eternamente»

R. (8a) El Señor nunca olvida sus promesas. 
Aclamen al Señor y denle gracias,
canten sus maravillas a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos
y celebren sus portentos. 
R. El Señor nunca olvida sus promesas. 
Del nombre del Señor enorgullézcanse
y siéntase feliz el que lo busca.
Recurran al Señor y a su poder, 
y a su presencia acudan. 
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Descendientes de Abraham, su servidor;
estirpe de Jacob, su predilecto,
escuchen:el Señor es nuestro Dios 
y gobiernan la tierra sus decretos. 
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Ni aunque transcurran mil generaciones, 
se olvidará el Señor de sus promesas, 
de la alianza pactada con Abraham,
del juramento a Isaac, que un día le hiciera. 
R. El Señor nunca olvida sus promesas.

 

Aclamación antes del Evangelio

Juan 15, 4. 5

R. Aleluya, aleluya. 
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante. 
R. Aleluya. 

Evangelio: Mateo 7,15-20 «Por sus frutos los conocerán»

Todo árbol se conoce por su fruto. Las palabras de Jesús se dirigen a todos los que fomentan la división, la falsedad y la violencia, incluso cuando pretenden servir a una causa justa. Jesús nos invita a examinar los hechos antes de sacar conclusiones.

En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: «Cuídense de los falsos profetas que se acercan disfrazados de ovejas y por dentro son lobos rapaces. 16Por sus frutos los reconocerán. ¿Se cosechan uvas de los espinos o higos de los cardos? 17Un árbol sano da frutos buenos, un árbol enfermo da frutos malos. 18Un árbol sano no puede dar frutos malos ni un árbol enfermo puede dar frutos buenos. 19El árbol que no dé frutos buenos será cortado y echado al fuego. 20Así pues, por sus frutos los reconocerán».

 

Oración de los Fieles

  • Para que no tengamos miedo cuando encontremos dificultades, sino que nos mantengamos siempre confiando en Dios que nos ama y que quiere que seamos felices,
  • Para que el Evangelio y la vida de Cristo sean nuestra guía en todas las opciones y decisiones con que nos enfrentemos,
  • Que, con todo nuestro corazón, amemos al Señor, que ha sellado con nosotros una Alianza, uniéndonos consigo mismo y con los hermanos,

 

Oración sobre las Ofrendas

Oh Dios y Padre nuestro:

En estos signos de pan y vino que te presentamos,

signos de comunión y de participación,

nos haces renovar nuestra Alianza,

sellada de una vez para siempre

en la sangre de tu Hijo.

Todo lo que te pedimos, Señor, es

que tu Hijo sea el vínculo vivo

entre tú y nosotros

y entre nosotros y los demás hermanos.

Entonces será fácil responder a tu amor

y dar sabroso y delicioso fruto,

en Cristo Jesús, nuestro Señor.

 

Oración después de la Comunión

Señor Dios nuestro:

 Por medio de tu Hijo,

que está en medio de nosotros,

ayúdanos a descubrir de nuevo

qué significa ser amado por ti.

Que todas nuestras vidas sean

un descubrimiento y una profundización

de las riquezas y capacidades

de nuestra fe, esperanza y amor,

para que demos frutos duraderos

de bondad y de justicia,

en respuesta a tu amor,

que permanece por los siglos de los siglos.

 

Bendición

El árbol que da buenos frutos es un árbol bueno. Que la savia del Evangelio de Jesús, su unión con nosotros y nuestra intimidad con él, corran sin cesar por nuestras venas. Así daremos frutos de justicia, misericordia y amor, con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo.

No le es fácil a la comunidad discipular de aquel entonces seguir la novedad de Jesús en medio de tantas enseñanzas, opiniones y explicaciones de la Escritura.  Escuchan palabras inteligentes pero no necesariamente verdaderas… Es que los falsos profetas son expertos oradores, pero su vida es incoherente. Como muchos líderes de hoy, que alcanzan popularidad con sus discursos y con su imagen pública pero traicionan al pueblo con sus acciones. El afán de protagonismo y la ambición de poder de muchos líderes políticos, económicos, religiosos, se traduce en sus hechos aunque sus discursos y sermones sean perfectos… Por eso Jesús nos hace una invitación personal y comunitaria a la coherencia y a la madurez. Porque todos somos llamados a ser profetas que anuncian y denuncian con su testimonio de vida.

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