Viernes 25 de Julio, 2024
Decimasexta Semana en Tiempo Ordinario
FIESTA DE SANTIAGO EL MAYOR, Apóstol
Introducción
Santiago se hizo discípulo de Jesús juntamente con su hermano Juan. Él fue, con Santiago y Juan, uno de los apóstoles más cercanos e íntimos de Jesús. Fue testigo de la resurrección de la hija de Jairo, de la transfiguración del Señor y de su agonía en Getsemaní.
Lo apodaron “hijo del trueno” por su celo por el Reino. Propuso una línea dura contra aquellos que no aceptaban el Evangelio. Pero Jesús le dijo que su tarea no sería precisamente destruir sino salvar. Experimentó en sí mismo las consecuencias de esa línea dura cuando murió como mártir, y, por lo tanto, compartiendo con Cristo su copa de sacrificio, tal como el Señor le había predicho.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús era igual a ti,
y sin embargo se hizo nuestro Hermano y servidor.
Te pedimos
que su Espíritu esté vivo en nosotros,
como lo estuvo en el apóstol Santiago.
Prepáranos para sentirnos, como tu Hijo,
impotentes y vulnerables,
de tal forma que podamos servirnos humildemente
los unos a los otros,
especialmente cuidando generosamente
de nuestros hermanos más débiles.
Que la gente experimente
qué vigoroso y audaz
has hecho nuestro amor.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Primera Lectura: 2 Corintios 4,7-15: Llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús
Evangelio: Mateo 20,20-28: «Mi cáliz lo beberán»
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella respondió: "Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino". Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?" Ellos contestaron: "Sí podemos". Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos".
Oración de los Fieles
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios, Padre nuestro:
Tu Hijo Jesucristo nos pide beber con él
la copa del servicio sacrificado.
Que Jesús nos llene de ese amor,
el único que nos puede hacer comprender
que ser grande consiste en servir a los demás
y en usar nuestras vidas
para darles a los hermanos
una oportunidad de vivir.
Que no esperemos otra recompensa
sino compartir el destino de Jesús,
nuestro Señor y Salvador
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesucristo
entregó su vida por sus amigos
y encendió en ellos un fuego
que no se puede extinguir.
Fortalecidos por el Pan de Vida,
la Eucaristía,
ojalá que nosotros imitemos a Santiago,
tu apóstol y mártir,
en su entrega total y perdurable
al Reino de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Nuestra actitud más frecuente en la vida es que queremos que nos sirvan en vez de servir. Es más fácil y agradable. Jesús nos dice que tenemos que aprender a entregarnos generosamente y a servir. Eso nos proporcionará verdadera felicidad. Que el Dios todopoderoso nos dé esa actitud y nos bendiga, el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo.
Hoy nos podríamos preguntar ¿qué significa para mí ser cristiano? y ¿qué significa ser cristiano en el mundo? Son preguntas que han de ser tomadas en serio, porque muchas veces el ser cristiano en Occidente está asociado al poder, a la dominación, a la opresión. ¿Cuántas veces hemos devaluado a quien no es cristiano como nosotros? ¿Acaso por ser sacerdote, religioso, religiosa, catequista, ministro o servidor de la parroquia me creo merecedor de privilegios? El evangelio de hoy nos enseña que ser cristiano está asociado al servicio y no al poder y al honor. Un auténtico cristiano ha de ser reconocido por su servicio a los demás, por su cuidado a todos, especialmente a los que más sufren. Ser cristiano no es un camino para ganarse un lugar el cielo, sino el plan de Dios para construir juntos un mundo más humano, más fraterno, donde todos tienen un lugar en la mesa del Reino. Así fue como vivió Jesús y así es como los cristianos debemos aprender del Maestro a vivir.