Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

Martirio Juan Bautista

Description

Jueves 29 de Agosto, 2024

 

21a Semana Ordinario

 

Martirio de Juan Bautista (año 30)

 

Introducción

Juan, primo de Jesús, fue un predicador ambulante. El Evangelio cuenta que Isabel (la madre de Juan) recibió la visita de María y el niño saltó de gozo en su seno en presencia del Salvador, el Hijo de Dios cuya venida al mundo anunciaría para la conversión de su Pueblo. Juan, el precursor del Señor, el que preparó el Camino, fue testigo de la Verdad que muchos resistieron y prefirieron ocultar. Pero él nació para anunciarla, entendió que la Palabra no podía ser amordazada, y dio su vida por ella. ¿Tenemos nosotros, tiene la Iglesia, ese coraje hoy?

 

Oración Colecta

Señor Dios nuestro:

San Juan Bautista

preparó y siguió el camino de tu Hijo Jesús

tanto en su nacimiento como en su muerte.

Murió como mártir

porque se alzó con valentía

en favor de la integridad y de la verdad.

Te pedimos nos des la valentía

para hablar claro cuando sea necesario

en el nombre del Evangelio

y para dar testimonio, con palabras y obras,

de Jesucristo, nuestro Señor.

 

Primera lectura: Jeremías 1,17-19: «Diles que yo te mando. No les tengas miedo»

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Ármate de valor, levántate, diles lo que yo te mando. No les tengas miedo; que si no, yo te meteré miedo de ellos. 18Yo te convierto hoy en ciudad fortificada, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y los terratenientes; 19lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte –oráculo del Señor–».

 

Salmo Responsorial

Del Salmo 70
R. Proclamaré, Señor, tu misericordia.
A ti, Señor, me acojo:
que no quede yo nunca defraudado;
tú que eres justo, ayúdame y defiéndeme,
escucha mi oración y ponme a salvo.
R. Proclamaré, Señor, tu misericordia.
Se para mí refugio y salvación,
pues ere tú mi roca y mi baluarte;
del poder del inicuo y del violento,
ven, Dios mío, a librarme.
R. Proclamaré, Señor, tu misericordia.
Desde mi juventud, Señor,
mi esperanza tú fuiste;
desde antes de nacer me apoyé en ti
y tú me protegiste.
R. Proclamaré, Señor, tu misericordia.
Yo proclamaré siempre tu justicia,
y tu gran compasión, a todas horas.
Me enseñaste a alabarte desde joven
y no he dejado de anunciar tus obras.
R. Proclamaré, Señor, tu misericordia.
 

Aclamación antes del Evangelio

Mt 5, 10
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor.
R. Aleluya.

 

Evangelio: Marcos 6,17-29: «Dame la cabeza de Juan el Bautista»

Herodes había mandado arrestar a Juan y lo había encarcelado, por instigación de Herodías, esposa de su hermano Felipe, con la que se había casado. 18Juan le decía a Herodes que no le era lícito tener a la mujer de su hermano. 19Por eso Herodías le tenía rencor y quería darle muerte; pero no podía, 20porque Herodes respetaba a Juan… lo protegía… y lo escuchaba con agrado… Herodes ofreció un banquete a sus dignatarios, a sus comandantes y a la gente principal de Galilea. 22Entró la hija de Herodías, bailó y gustó a Herodes y a los convidados. El rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras, que te lo daré». 23Y juró: «Aunque me pidas la mitad de mi reino, te lo daré». 24Ella salió y preguntó a su madre: «¿Qué le pido?» Le respondió: «La cabeza de Juan el Bautista». 25Entró enseguida, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que me des inmediatamente, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». 26El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y por los convidados, no quiso contrariarla. 27Y envió inmediatamente a un verdugo con orden de traer la cabeza de Juan. Éste fue y lo decapitó en la prisión, 28trajo en una bandeja la cabeza y se la entregó a la muchacha; y ella se la entregó a su madre. Sus discípulos, al enterarse, fueron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.

 

Oración sobre las Ofrendas

Señor Dios nuestro:

En la fiesta de tu mártir Juan el Bautista

te presentamos pan y vino

para celebrar la memoria de tu Hijo.

Danos el valor de Juan

para preparar y para ser

un camino recto hacia tu Hijo.

Que el mensaje de nuestro vivir cristiano

no sea como una voz en el desierto

sino un humilde camino hacia Jesucristo nuestro Señor.

 

Oración después de la Comunión

Señor Dios nuestro:

En un mundo de rencor y de violencia

fácilmente sentimos miedo de dar testimonio

de las Buena Noticia del Evangelio de tu Hijo.

Preferimos la prudencia a la audacia.

Sacúdenos, Señor, e impúlsanos hacia adelante,

por la fuerza de esta eucaristía,

a hablar tu Palabra de justicia y verdad

y a cumplirla valientemente

para que podamos ganar el Reino

de Jesucristo nuestro Señor.

 

Comentario:

Juan Bautista era un profeta que llamaba al pan, pan y al vino, vino, y en eso le fue la vida. Herodes Antipas, casado con una hija del rey nabateo Aretas IV a la que repudió para unirse con su sobrina Herodías, hija de Aristóbulo y esposa de su hermanastro, Herodes Filipo. Aquel repudio trajo una guerra que resultó en la derrota del ejército de Antipas, lo que el pueblo vio como un castigo divino. Juan había denunciado aquella unión reprobada por la Ley (ver Lev 18,6.16), cuyo desenlace nos deja un episodio macabro en el evangelio, pues la escena del banquete culmina con la cabeza del profeta como vianda en la bandeja. El entierro es un complemento. Los bautizados somos pueblo profético: la Iglesia. Cabe preguntarnos si la maldad que inunda nuestras calles y la corrupción de nuestras instituciones no es resultado del silencio cómplice que alimentamos al voltear hacia otro lado y ocuparnos sólo de nuestro plato de comida. Honremos a los mártires de la verdad como Juan Bautista.

 

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