Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

SAN CARLOS BORROMEO. Obispo

Description

Sábado 4 de Noviembre

 

30a Semana Ordinario

 

SAN CARLOS BORROMEO. Obispo

 

LETTER TO THE ROMANS:

 

We invite you to watch and listen to four videos of Fr. Claudio Doglio on the Letter to the Romans.

This is the third video: https://spark.adobe.com/page/opsydYwhGr7YT/

 

Introducción

       El santo de hoy, Carlos Borromeo, encarna y personaliza la renovación de la Iglesia aunque, gracias a las influencias de su tiempo, por ser sobrino del Papa llegó a ser cardenal, secretario de Estado y arzobispo de Milán, todo esto cuando apenas tenía veintidós años. Él era muy capaz y no se dejó corromper. Jugó un papel muy importante en las etapas finales del Concilio de Trento. Finalmente, siendo obispo de Milán, puso en práctica la renovación de la Iglesia mandada por el Concilio; se esforzó con eficacia en esa tarea reformando las estructuras diocesanas, fundando seminarios para la formación del clero, haciendo frecuentes visitas pastorales a las parroquias, dando generosamente todo lo que tenía, incluyendo su ropa de cama durante una epidemia de peste. Murió muy joven, a los 46 años, consumido por el amor y celo de Cristo.

 

Oración Colecta

Señor y Dios nuestro:

Como cristianos que somos,

necesitamos ser marcados,

como San Carlos Borromeo,

por la vida y muerte de tu Hijo Jesucristo.

Danos la fuerza para renovarnos personalmente,

para que tú puedas escribir recto

con las líneas torcidas de nuestras vidas

 y hacernos instrumentos de tu Amor

y testigos destacados del Evangelio

de Jesucristo nuestro Señor.

 

Rom 11,1-2a.11-12.25-29: La reconciliación del mundo

    Si un amigo en quien confiamos nos es desleal, nos sentimos gravemente heridos. Con Dios no sucede así. Él permaneció siempre fiel a Israel aun cuando casi todo el Pueblo, excepto un pequeño resto, lo abandonó.

Hermanos: Yo les pregunto: ¿Acaso Dios ha rechazado a su pueblo? De ninguna manera. Pues yo también soy israelita, descendiente de Abraham y de la tribu de Benjamín. Dios no ha rechazado a su pueblo, pues él mismo lo eligió.

Y vuelvo a preguntarles: ¿Acaso los judíos han tropezado para no volver a levantarse? De ninguna manera, puesto que su caída ha tenido como consecuencia que la salvación llegue a los paganos y esto provoque la emulación de los judíos. Ahora bien, si su caída ha sido riqueza para el mundo y su empobrecimiento ha sido riqueza para los paganos, ¿cuánto más lo será la plena aceptación de la fe por parte de todos los judíos?

No quiero que ignoren, hermanos, el designio de Dios que se oculta en todo esto, para que no anden presumiendo. La ceguera de una parte del pueblo de Israel, durará hasta que todos los paganos hayan aceptado la fe, y entonces todo el pueblo de Israel se salvará, conforme a lo que dice la Escritura: Vendrá de Sión el libertador, para alejar de Israel toda maldad y estableceré mi alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados.

De manera que, por lo que toca al Evangelio, los judíos son enemigos, para el bien de ustedes; pero, por lo que toca a la elección de Dios, son muy amados de él, en atención a los patriarcas, porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.
 

Sal 94: El Señor no rechaza a su pueblo

Salmo 93, 12-13a 14-15. 17-18
R. El Señor jamás rechazará a su pueblo.
Señor, dichoso aquel a quien tú educas,
y enseñas a cumplir tus mandamientos;
cuando lleguen las horas de desgracia,
no perderá el sosiego.
R. El Señor jamás rechazará a su pueblo.
Jamás rechazará Dios a su pueblo
ni dejará a los suyos sin amparo.
Hará justicia al justo
y dará un porvenir al hombre honrado.
R. El Señor jamás rechazará a su pueblo.
Si el Señor no me hubiera ayudado,
ya estaría yo habitando en el silencio.
Cuando me hallaba al borde del sepulcro,
tu amor, Señor, me conservó la vida.
R. El Señor jamás rechazará a su pueblo.

Aclamación antes del Evangelio

Mt 11, 29
R. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor,
y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón.
R. Aleluya.
 

Lc 14,1.7-11: El que se enaltece será humillado

      Nuestro Señor nos invita a su mesa. Él sabe que tenemos defectos, que lo hemos ofendido; conoce el mal que hemos hecho y el bien que hemos omitido. Pero nos ama y nos invita a sentarnos a su mesa con él. Participemos humildemente en su banquete eucarístico y pidámosle que nos haga mejores, más fraternos, más misericordiosos.

Un sábado que Jesús entró a comer en casa de un jefe de fariseos, ellos lo vigilaban. 7Observando cómo elegían los puestos de honor, dijo a los invitados la siguiente parábola:

  «8Cuando alguien te invite a una boda, no ocupes el primer puesto; no sea que haya otro invitado más importante que tú 9y el que los invitó a los dos vaya a decirte que le cedas el puesto al otro. Entonces, lleno de vergüenza, tendrás que ocupar el último puesto. 10Cuando te inviten, ve y ocupa el último puesto. Así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: “Amigo, acércate más”. Y quedarás honrado en presencia de todos los invitados. 11Porque quien se engrandece será humillado, y quien se humilla será engrandecido».

 

Oración de los Fieles

  • Señor, en nuestro mundo los poderosos son respetados y los humildes, despreciados. Recuerda y bendice a los humildes. Por eso te decimos.
  • Señor, en muchos de nuestros hogares, vecindarios o localidades hay enfermos, ancianos, personas solas, vulnerables, que son desatendidas y abandonadas. Recuerda y bendice a todos ellos y a todos los que sufren. Por eso te decimos.
  • Señor, muchos niños pobres y migrantes, y muchos ancianos sin hogar, tienen solamente la calle donde vivir y dormir. Recuérdalos a todos, bendícelos y alivia sus penas con la solidaridad de sus hermanos. Por eso te decimos.

 

Oración sobre las Ofrendas

Señor Dios nuestro:

Tú nos has hecho responsables en tu Iglesia

de la felicidad eterna de nuestros prójimos.

Acepta este pan y este vino como signos

de que queremos compartir nuestra fe,

nuestra esperanza y alegría,

nuestro tiempo y nuestro interés

con todos los que nos necesitan

y cuya ayuda necesitamos.

Danos esta fuerza por el Cuerpo

y la Sangre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.

 

Oración después de la Comunión

Dios y Señor nuestro:

Tú nos has alimentado en esta eucaristía

con Jesucristo, tu Hijo.

Da a tu Iglesia pastores

como San Carlos Borromeo

que alimenten a todos sus encomendados

con el don de sí mismos,

que conozcan y sean conocidos por su Pueblo.

Inspíralos y condúcelos con el Santo Espíritu

de quien se proclamó Buen Pastor,

Jesucristo nuestro Señor.

 

Bendición

     Hermanos: Si queremos que Jesús, el Señor, viva entre nosotros, solamente hay un lugar que nos cuadra bien: el último lugar, el puesto de la gente que sabe cómo servir. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezcan para siempre.

Otra de las debilidades de las personas asiduas a los espacios religiosos es que, con el tiempo y mientras más compromisos asumen, llegan a sentirse con poder y privilegios. Y no se trata sólo de ocupar los primeros puestos sino de pedir deferencia por todo el tiempo que han entregado o consagrado a los asuntos de Dios. Este trato que suelen corresponderse las personas religiosas entre sí corre el peligro de convertirse en gratificaciones interesadas que nada tienen que ver con el Evangelio. Por esto se hace necesario atender a la parábola de este día en la que Jesús nos invita a no dejarnos ganar por la arrogancia de quien se siente merecedor de todo y puede exigir ser tratado como diferente. El cristianismo es un camino que se emprende para alcanzar niveles humanos mayores que hagan posible una convivencia en igualdad y en respeto, sin distinciones ni privilegios. ¿Se viven las relaciones asimétricas (desiguales) en tu comunidad? Trabajemos y oremos por espacios eclesiales con menos jerarquía y más ministerialidad.

 

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