11 de Agosto, 2024
DÉCIMONOVENO DOMINGO AÑO B
“Levántate y come”
Saludo (Ver Segunda Lectura)
Como hijos queridos de Dios,
sigan a Cristo amando a todos como él los amó,
y entregándose a Dios como ofrenda y sacrificio.
Que el Señor Jesús esté siempre con ustedes.
Introducción
¿Qué es lo que mantiene a la gente creciendo sana y robusta? Por lo que respecta al cuerpo: el alimento y la comida. Sin embargo, incluso para el cuerpo no solo son necesarias la comida y la bebida, sino también el alimento del amor y de la seguridad... ¿Qué es lo que necesitamos para mantenernos caminando hacia adelante como cristianos? Nuestra fe y confianza en Dios. Esa fe se mantiene viva y creciente en nosotros a través de nuestra íntima relación con Cristo. Él nutre esta fe y amor en nosotros con el alimento y bebida de su Palabra y con la fuerza que nos proporciona la Eucaristía. Este es nuestro “viático”, nuestro alimento y bebida para el camino de la vida. Este “viático” nos da valor para trabajar en favor de todo lo que es justo, bueno y bello. Que el Señor Jesús nos dé en esta eucaristía el alimento y bebida de su Palabra y de su Cuerpo.
Acto Penitencial
Con demasiada frecuencia hemos fallado
en escuchar la palabra de Cristo,
y no nos hemos alimentado lo suficiente
con el Pan de Vida de la Eucaristía.
Pidamos al Señor que nos perdone.
(Pausa)
Señor Jesús, tú nos das el alimento de tu Palabra
y nos mandas levantarnos de nuestro pecado, y caminar.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, tú nos das el alimento de tu Cuerpo en la comunión
y nos mandas caminar firmes y seguros, movidos por su fuerza.
R/Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, tú nos das el alimento de tu Amor
y nos mandas salir a encontrar y amar a nuestro hermano.
R/Señor, ten piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor, y elimina todos nuestros pecados. Entrégate a nosotros como alimento para el camino y llévanos a la vida eterna. Amén.
Oración Colecta
Roguemos para que el Pan de Vida de Jesús
nos sustente en este nuestro viaje de la vida.
(Pausa)
Dios, Padre de vida,
tu Hijo Jesús es nuestro Pan vivo
bajado de los cielos,
que, procediendo de ti,
ha venido a nosotros y al mundo
para darnos vida.
Qué él restaure nuestra fuerza y valor
mientras caminamos con él a través de la vida
y danos voluntad y amor
para compartir nuestro pan con los que lo necesitan,
porque es Cristo quien, en ellos, nos grita su hambre.
Te lo pedimos en el nombre del mismo Jesús, el Señor.
Primera Lectura: 1 Reyes 19,4-8: Pan para el camino
Cansado de ser la voz de Dios para un pueblo que no escucha, Elías está al borde de una crisis de nervios. Por medio de un ángel, Dios le da alimento para aguantar marchando durante cuarenta días –símbolo del tiempo de una vida– para encontrar a Dios y para recibir de él nueva fuerza para su misión como profeta.
R. (9a) Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegre su pueblo al escucharlo.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Proclamemos la grandeza del Señor
y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todos mis temores.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Confía en el Señor y saltarás de gusto;
jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres
y los libra de todas sus angustias.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Junto a aquellos que temen al Señor
el ángel del Señor acampa y los protege.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Segunda Lectura: Efesios 4,30–5,2: Sigue el ejemplo de Amor de Cristo
Un cristiano debe amar y perdonar como Cristo, que se sacrificó a sí mismo por nosotros. En la Eucaristía, él nos puede dar la fuerza para seguirlo.
Evangelio: Juan 6,41-51: Pan para la vida del mundo
Así como necesitamos pan y alimento para vivir, así también nos es necesario el pan espiritual para la vida eterna. Jesús es ese Pan para la vida del mundo.
Oración de los Fieles
Roguemos a Jesucristo, que dijo: “Los que vengan a mí no padecerán más hambre; los que crean en mí no tendrán más sed.” Él es Pan para el camino para todos los que lo buscan. Respondamos a cada petición: R/ Quédate con nosotros, Señor.
Señor Jesucristo, cuando nos confrontamos con nuestras propias miserias y las de la gente a nuestro alrededor en el ancho mundo, nos sentimos pequeños e impotentes. Sé tú para todos nosotros pan de fortaleza, para que nuestros corazones sean compasivos, nuestro amor sea cálido y profundo, y nuestro servicio sea fiel y humilde, porque tú fuiste así y quieres que seamos como tú, que eres Señor nuestro para siempre.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, Padre nuestro:
Tú nos atraes a ti por medio de Jesús;
nos lo enviaste como el Pan de Vida.
Haz que nos convirtamos
en esto que estamos a punto de comer,
en el Cuerpo vivo de Cristo,
unidos como hermanos,
siendo sus testigos
y llevando su vida al mundo.
Te lo pedimos en el nombre del mismo Jesús.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Levantemos con alegría nuestros corazones y nuestras voces para dar gracias a Dios, Padre por su bondad. Él es el poder que nos salva, la fuerza que nos mantiene en la brecha, por Jesucristo que se nos da en la Eucaristía.
Invitación al Padre Nuestro
Con las palabras de Jesús, Hijo fiel de Dios,
roguemos al Padre de todos
pidiendo fuerza y vida.
R/ Padre nuestro...
Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todos los males
y sobre todo del pesimismo y desaliento.
Cuando los recursos se nos acaban
y nuestra fuerza se desmorona,
ayúdanos a aceptar nuestras limitaciones
y danos el pan de fuerza de tu Hijo
para mantenernos entusiastas en gozosa esperanza
hasta la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
R/ Tuyo es el Reino...
Al partir el Pan
Más que alimento sobre la mesa,
lo que la gente pide es amor;
y nosotros necesitamos comprensión y acogida.
Que llevemos a cabo la palabra de Jesús
y sepamos partir el pan unos con otros.
Él tiene el poder de cambiar nuestras vidas.
Invitación a la Comunión
Este es Jesús, Señor nuestro,
el Pan Vivo bajado del cielo
para la vida del mundo.
Los que comen de este pan
vivirán para siempre.
Felices y dichosos nosotros,
invitados ahora a comer de este Pan de Vida.
R/Señor, no soy digno…
Oración después de la Comunión
Oh Dios, Padre nuestro,
que con amor cuidas de nosotros:
En esta eucaristía tu Hijo Jesús nos ha dicho:
“Levántate”, “come” y “anda”.
Que Cristo nos sustente en nuestro caminar,
nos libre del desaliento,
nos dé el valor para hacerlo visible a los hermanos
con nuestras buen as palabras y acciones.
Que nos lleve a la montaña
donde tú vives como nuestro Dios
por los siglos de los siglos.
Bendición
El Pan de Vida que hemos comido nos compromete a darnos a los demás. Si somos uno con el Señor, tenemos que ser también uno con los hermanos. Si él se entregó por nosotros a costa de su vida, tenemos que entregarnos viviendo los unos para los otros y procurar que entre nosotros nadie sea marginado ni pisoteado. Podemos llevar a cabo esta misión en la vida con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.