Domingo 25 de Agosto, 2024
VIGÉSIMOPRIMER DOMINGO AÑO B
“¿Estás de mi lado?”
Hemos optado por Cristo
La Iglesia, un Pueblo imperfecto que camina a la perfección
Saludo (Ver Segunda Lectura):
Cristo amó a su Iglesia.
Se entregó a sí mismo por ella
para hacerla santa y sin mancha;
él nos alimenta y cuida de nosotros.
Que su amor y su paz estén siempre con ustedes.
Introducción
1. “¿Estás de mi lado?”
Hoy Jesús nos pregunta: ¿Me eliges? ¿Estás de mi lado? ¿Estás dispuesto a crecer tu fe? ¿Me eliges a mí y a mi Iglesia o te aferras a tus propias ideas? Él nos invita, persuasivo: “Elíjeme a mí, opta por mí, crece en fe y en amor hacia mí”.
2. Hemos optado por Cristo
Desde que recibimos el bautismo pertenecemos a Cristo, nuestro Señor y Salvador, nuestro hermano. ¿Hemos experimentado alguna vez nuestra elección bautismal como una opción consciente y personal por Cristo? Nuestra presencia aquí en la eucaristía implica que sí la hemos experimentado así. ¿Confirmamos y reafirmamos esa opción personal por Cristo en nuestro vivir cristiano de cada día, en nuestras relaciones de amor, justicia y perdón con todos los que nos rodean? Cuando nuestra fe entra en crisis, ¿renovamos conscientemente nuestra opción y decimos: “Señor, ¿a quién acudiremos? Tú eres el Señor de mi vida.”
3. La Iglesia, un Pueblo imperfecto que camina a la perfección
El papa Francisco afirma que, frente al amor sin límites de Jesús, lo que nos sale mal en la vida, lo que no va bien en el mundo o lo que no funciona en la Iglesia, no pueden ser razones para no seguirlo. Permanecemos en la Iglesia, santa y pecadora, porque, con ella y en ella, somos un pueblo en marcha, imperfecto pero en camino a su perfección. Y es en el seno de la comunidad reunida en torno a su Palabra y a su Eucaristía donde el Señor se manifiesta, nos transforma y nos mueve a transformar nuestra vida, el mundo y a la propia Iglesia para que sea cada vez más nítido su reflejo del rostro de Jesús y su compromiso con el Reino.
Acto Penitencial (Dos opciones)
1. “¿Estás de mi lado?”
Tenemos que reconocer con vergüenza
que muchas veces hacemos prevalecer,
nuestros intereses, ideas y bienestar
más que los de Dios y del prójimo.
Pidamos perdón al Señor.
(Pausa)
Señor Jesús, tú pones ante nosotros lo bueno y lo malo,
tu Evangelio y nuestros modos humanos de vida
y nos mandas elegir entre los dos.
R/Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, tú nos pides que revisemos
nuestra vida a la luz de tu Palabra
y nos preguntas: “¿Tú también quieres abandonarme?”
R/Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, tú pones delante de nosotros
el Pan de Vida de la Eucaristía y nos dices:
”Tomen y coman todos de él”.
R/Señor, ten piedad de nosotros.Ten misericordia de nosotros, Señor: Sabemos que tú nos aceptas y nos perdonas. Danos la gracia
de aceptarte a ti con todo nuestro corazón y llévanos a la vida eterna.
2. Hemos optado por Cristo
3. La Iglesia, un Pueblo imperfecto que camina a la perfección
Pidamos al Señor que nos perdone
por nuestras dudas y vacilaciones
y por nuestra tibieza en nuestros esfuerzos para seguirlo.
(Pausa)
Señor, ¿a quién iremos,
pues tú tienes Palabra de vida eterna?
Señor, ten piedad de nosotros.
R/Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, ¿a quién iremos,
si tú vienes con nosotros
en nuestro cansado caminar a través de la vida?
Cristo, ten piedad de nosotros.
R/ Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ¿a quién iremos,
si tú estás aquí en medio de nosotros
con tu amor y tu paciente perdón?
R/Señor, ten piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor, y perdónanos todos nuestros pecados. Danos una fe viva, movida por el amor y llévanos a la vida eterna.
Oración Colecta
Roguemos a Dios que nos dé valor
para serle siempre fieles.
(Pausa)
Oh Dios, siempre fiel a la Alianza,
en las opciones que tenemos que hacer cada día
danos el valor para optar siempre
por tu Hijo y su estilo de vida,
y permanecer muy cercanos a él.
Bendice la ruta difícil
que a veces tenemos que tomar
sin ver siquiera a dónde nos lleva.
Líbranos de tomar decisiones poco entusiastas
que muestran que no tenemos suficiente fe.
Que aceptemos todas las consecuencias de nuestra opción.
Y guárdanos siempre fieles a tu Alianza y a tu amor
por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
Primera Lectura: Josué 24,1-2a.15-17.18b: El Pueblo de Dios escoge al Señor
El Pueblo de Dios es consciente de que debe su libertad y su país, la Tierra Prometida, al amor liberador de Dios. Los hebreos deciden ligar su destino al de Dios y servirlo fielmente.
Segunda Lectura: Efesios 5,21-32: La alianza matrimonial
En el matrimonio, los cónyuges se eligen el uno al otro para darse amor y fidelidad de por vida, y se entregan mutuamente como Cristo se entregó a sí mismo a la Iglesia.
Evangelio: Juan 6,60-69: “¿Me eliges a mí?”
Las inquietantes preguntas de Jesús enfrentan a los apóstoles con la necesidad de una opción radical. Muchos lo abandonan. Pedro, hablando aparentemente en nombre de todos los apóstoles, expresa su fe firme en el Señor.
Oración de los Fieles
Oremos a Dios, nuestro Padre en el cielo, que es la fuente y el sentido de nuestras vidas, y digámosle: R/ Señor, que venga a nosotros tu Reino.
Señor Dios y Padre nuestro, tú nos has escogido como pueblo tuyo. Guárdanos fieles a tu Amor, viviendo en libertad y confianza, para que tú seas nuestro Dios ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
La muerte de Jesús, tu Hijo,
fue el precio que tú pagaste por nuestra libertad.
En estos signos de pan y vino que te ofrecemos
él se nos da de nuevo
como nuestro alimento y bebida de vida.
Por su fuerza, queremos ir hacia ti y hacia los hermanos
como carne y sangre entregadas para otros,
movidos por la fe y la esperanza en tu Reino
que durará firme para siempre,
por los siglos de los siglos.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Alabamos a Dios por habernos elegido en Cristo para formar su Pueblo santo. Alabamos también a Dios en nombre de todas las criaturas.
Invitación al Padre Nuestro
Dios nos ha elegido para ser sus hijos e hijas.
Con Jesús, reconocemos su Amor
y acudimos a él como a nuestro Padre:
R/ Padre nuestro...
Líbranos, Señor
Líbranos, Señor,
de toda servidumbre del pecado y del mal,
y perdónanos nuestras infidelidades.
Haznos libres para servirte a ti y a los hermanos
en un clima de amor y de justicia,
mientras aguardamos con gozosa esperanza
el crecimiento de tu Reino entre nosotros
y la venida gloriosa de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
R/Tuyo es el Reino...
Al partir el Pan
Partimos el Pan de Jesucristo.
Él mismo fue partido y roto por gente como nosotros.
Mucha felicidad y esperanza
están siendo partidas y compartidas por la gente.
Compartimos el Pan de Jesucristo,
porque él ha compartido primero su vida con nosotros.
Cuando cada uno de nosotros
partimos y compartimos nuestro pan y nuestra vida con otros,
mucho queda curado y sanado.
Invitación a la Comunión
Este es nuestro Señor Jesucristo,
Cordero de Dios, que dijo:
”Los que comen mi carne y beben mi sangre
tienen la vida para siempre.”
Dichosos nosotros si podemos decirle:
“Señor, ¿a quién iremos?
Tú tienes palabras de vida eterna.”
R/Señor, no soy digno…
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
En respuesta a tu amor,
te hemos escogido a ti en el bautismo
como a Dios de nuestras vidas.
Por la fuerza de esta Eucaristía,
ayúdanos a renovar día a día
este compromiso hacia ti y hacia tu Reino.
Que tu Hijo Jesús construya con nosotros
una comunidad de servicio y de paz,
y aun cuando se vaya realizando demasiado lentamente
asegúranos que, a su debido tiempo, tu tiempo,
la semilla dará su fruto
que durará para siempre,
por los siglos de los siglos.
Bendición
En la vida todo el tiempo tenemos que elegir. Cuando se trata de materias importantes nuestra primera consideración debería ser siempre: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Qué quiere que haga? A la luz del Evangelio, ¿qué decisión debería yo adoptar? La elección no es siempre ni fácil ni clara. Que el Señor les dé luz y valor para elegir siempre lo mejor según el Evangelio; y que él los ame y los bendiga abundantemente: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.